Durante el mes de noviembre, en pleno otoño, y con la tierra aún húmeda gracias a las lluvias de este año, pasear entre los montes de Alicante está resultando de lo más placentero.
Sobre todo, si allá, hasta donde alcanzan nuestras miradas, no paramos de atisbar setas, musgos de precioso color verde, y más setas. Todas preciosas, pero entre ellas, una de nuestras favoritas gracias a su porte robusto, pie alto y grueso, y sombrero excepcionalmente viscoso.
Buena modelo fotográfica y exquisita al paladar, nos encontramos rodeados de numerosos grupos de Hygrophorus latitabundus bajo los pinus halepensis y quercus ilex de una de las sierra más importantes de nuestra provincia, y como siempre, medio camufladas bajo las acículas y hojas de los árboles, pero queriendo desvelar su aspecto gelatinoso.
Protagonista de esta receta culinaria, la también conocida como “llanega negra” o “babosa”, de blancas y céreas láminas, resulta inconfundible gracias al aspecto mucoso de su gelatinosa y amarronada cutícula, y a su elegante figura.
Por su melosidad y su olor suave a almendras, solemos usarla mucho en guisos, pero en esta ocasión nos apetecía cocinarla diferente y optamos por hacerla al horno, acompañada de huevo.
Fácil de elaborar, aquí os narro cómo podéis sorprender a vuestros familiares e invitados con esta cazuelita de llanegas.
Ingredientes para 4 personas:
– 400 gr. de setas
– ½ puerro
– ½ vasito de vino blanco
– 3-4 huevos
– Lascas de jamón serrano
– Aceite de oliva virgen extra, y sal
Las llanegas se limpian súper bien bajo el grifo. Aconsejan quitar la cutícula para evitar males estomacales, pero nosotros no lo hacemos y nos sientan de maravilla. Tras lavarlas, se laminan los sombreros y se cortan a trozos los pies. Reservamos.
Troceamos el puerro, y en una sartén con aceite de oliva lo freimos hasta que quede pochadito.
Incorporamos las setas al sofrito.
Mezclamos y añadimos el vino blanco. Coceremos hasta que las setas hayan soltado toda el agua (más o menos tras 15 minutos de cocción).
Cogemos una cazuelita de barro y vamos vertiendo en ella todo lo sofrito.
Y tras ello, añadimos los huevos.
Hornear durante unos 15 minutos, y para que quede todavía más bueno, incorporamos unos trocitos de jamón, obtendremos este buenísimo resultado:
Plato exquisito, sencillo, y cómo no, muy nutritivo.
Texto y fotografías: Ana Sala